Odio esa parte de mí que te espera,
insomne en mi cama a solas,
que se pide la última copa
por si te ve aparecer por la puerta.
Odio esa parte de mí que no es fuerte,
que te mira y se retuerce,
dando dos pasos hacia atrás
si el viento me ayuda a avanzar.
Tengo dos caras, vivo con ellas,
viven en mí Juan y Héctor,
dos entes diferentes e imperfectos,
dos vidas que se fundieron en tus estrellas.
Evitaba otra noche en vela,
y no apareces a sabiendas.
Apilo las mañanas sin ti en mis ojeras,
odio esa parte de mí que te espera.
Yo no odiaría esa parte de mi, porque mientras se sienta quiere decir que "siento", y con eso me quedo, por mas que duela.
ResponderEliminarBesitos
Dime Juan, ¿ no es el superhombre de Nietzsche, ese que no piensa contra otro, "sino que piensa con otro"? y esto ya no es pensar, es otra cosa... envidia sana siento por estos cerebros . Me ha gustado tu poema, y en especial este párrafo,"tengo dos caras, vivo con ellas, viven en mí Juan y Hector, dos entes diferentes e imperfectos, dos vidas que se fundieronen tus estrellas........o sea dos entes diferentes... lo ves? SUPERHOMBRE.
ResponderEliminarAhora en serio, si escribes un libro, sería la primera compradora seguro que sería brillante y fascinante.
Un beso Juan Hector.
A veces escribes unas frases que escribiría en las paredes de mi habitación.
ResponderEliminarTal vez lo haga. C: (na, seria plagio)
Y como sigues esperando ese aviso, sin dormir... Muy bonito :-)
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