lunes, 8 de diciembre de 2014

¿Nos hacemos una foto y te quedas para siempre conmigo?

Hoy quedamos por primera vez
y ya no quiero separarme.
Nos estamos conociendo
pero te prefiero antes que a cualquiera.

No te he besado antes
y sólo pienso en tus labios que arden.
No se si me vas queriendo
pero deseo atarme a tu cadena.

No sé si volveré a escribirte
pero volver a casa pensando en ti
merece un par de líneas antes de irme...


lunes, 17 de noviembre de 2014

Pasará en Noviembre

"...ya verás como me olvidas
y te encuentro en cualquier bar
pegando saltos de alegría..."
Funambulista - Ya verás

El humo salía de tu boca
como los lunes nacen de domingos.
Tus palabras olían a un pasado distinto
Y tu sabor...tu puto sabor a ola.

No duró más que un cigarro,
medida de tiempo universalmente nuestra,
pero tu mirada y la mía juntas de nuevo
en medio de una gigantesca nada.

Te disfruto de nuevo, sonrío y caigo...
Te pregunté nueve veces "qué tal"
por no pedirte que volvamos al puerto
desde donde te dejé zarpar.

Y tú mientras tanto, sólo bailaste,
de ese modo que tú solo sabes...
Que no es bailar, que sólo se parece a besar.
Yo con mi cigarro y tus ojos cerrados, "ya verás".

jueves, 23 de octubre de 2014

Nos dejaremos de lado

Pasarse 14 horas trabajando nunca fue mi objetivo
si cuando llego a casa no estás conmigo,
pero con el cariño de ese niño
encuentro todo lo que necesito y sigo.

Le encontré una noche, en nuestro banco sentado
junto con una niña que le miraba de lado
sin prestarle atención pese a que le iba la vida en ello,
sin querer saber que no había nada más en el mundo entero.

Ese banco que cerró los ojos al besarnos,
escuchó nuestras conversaciones 
y sintió como yo, cada roce de tu cuerpo.

Esas noches de besos de refugiados
que encontraron su hogar en el sexo y las canciones,
esos días de inviernos abrasadores como el fuego.

Cuando el niño se levantó del banco,
me abrazó con tristeza, soledad y llanto.
Tu hija y mi hijo no entendían tanto.
Nosotros sabemos que nunca serán hermanos.

viernes, 25 de julio de 2014

Juré no volver a escribir sobrio

La llamaban Cía, porque siempre buscaba compañía.
Era como Madrid de noche, no podía dormir sola,
ni encontraba su camino a casa a esas horas.
Su aire estaba llena de canciones y poesías,
sus paredes estaban forradas de frases
que escribieron para ella prometiéndola mares.

La llamaban Cía, pero era mi pequeña niña.
Olía a glamour y a entretiempo, a barrar de bar,
a un pico en el baño, a sexo sucio y a sala de espera.
Nunca llegaba pronto, las calles la poseían.
Nunca estaba donde estaba, siempre volaba
entre estrofas sin terminar y vodkas en terrazas.

La llamaban Cía, y una noche la quise como mía.
Me quedé mirándola como quien mira una ola,
hasta que giró la esquina,
la marea se la llevó....

martes, 8 de julio de 2014

Madurar no es caerse del árbol

Hola Paula.
Ayer te vi con hijo en esa terraza,
no has cambiado nada.
Siempre te recordaré con lazo en el patio
y la cara más linda del barrio.

No supimos si mirarnos o darnos la espalda.
Todo eran latidos de corazón y disimular.
Riendo sin mí, tu sonrisa se me tatúa,
como tu olor en las paredes de casa.

Te miré de reojo dos veces antes,
no supe diferenciarte...
No supe si era tu marido o tu padre,
si te amaré siempre o hasta que me faltes...

Y con esa duda desperté,
el ventilador se cansó
de que mi cabeza diera más vueltas que él.
La sabana acabó tapando tus pasos,
y la puerta a medio abrir,
como siempre está para ti.


lunes, 16 de junio de 2014

Di un paso más

El sábado me enfrenté a público desconocido,
una guerra que nunca pensé afrontar,
en una mano una cerveza ahogada,
y la otra sostiene tu recuerdo sin nombre.
Con mi espada, "la no correspondida"
y mi escudo, los cuentos que te firmé.

A punto de superar la crisis de los 30
después de lunas que sólo duermen alcoholizadas
y no es más que el barranco
por el que me despeño hasta los 31
sin futuro, siendo puntual, y llegando siempre tarde.

Seguimos encerrados en ese bar,
en el que tú persigues al cantante del escenario,
y yo le pido otra copa de soledad
a la camarera, que si cierro los ojos,
la veo igualita a ti.

lunes, 9 de junio de 2014

Yo sin ti = 0

Tú tan mañana y yo tan ayer.
Tú tan fría y yo tan del vaho del cristal de tu coche.
Encuentras tu pasado en las líneas de mi piel,
son mis pulmones los que sufren tus toses.

Yo tan de no poder dormir y tú tan de cama sin mí.
Yo tan de añorarte y tú tan del momento más oportuno.
Como repetir esa canción en bucle sin fin,
y pensar que me tratas como a ninguno.

Como si Venus temblara por cada centímetro que se acercara al Sol,
por no estar tan lejos un segundo y sentir un poco de su calor.
Tú tan de Rafa Pons y yo tan de "la última estación"
Tú tan no existes y yo tan fiel a mi caos.

viernes, 18 de abril de 2014

Mejor callar

No tengo mucho que decir ahora,
pero demasiada gente que me escucha.
No tengo buenas historias que contar,
y hay gente que lee mis palabras brutas.

Paso mucho tiempo en silencio,
acariciando cada palabra que no escribo.
Escucho incluso a quien no debo,
debería pasar de mis silencios cuando bebo.

En silencio cuando en The Hole 2 actúa la corista,
cuando recito cada verso sin hacer ruido junto a Sabina.
En silencio hablando con mis sábanas que te echan de menos.
Perdido, sin rumbo fijo, llevado por el temporal de mis celos,
cuando recuerdo nuestros labios, los números, mis cuentas, tus cosenos...

Guardo silencio cuando me cruzo con la foto
de los que estaban antes que yo aquí.
Cuando me meto a hurtadillas en tu facebook
para volver a ver lo preciosas que salís,
tu puta sonrisa y tú.

martes, 1 de abril de 2014

Volver a girar

En un carrusel con vistas a la playa, una niña se queda mirando las luces,
los adornos que engalanan la atracción y las risas de los demás.
Nunca le vio la gracia a girar sin dirección pero una vez lo probó.

Giró, giró y giró...fue poco tiempo, pero para ella fue eterno,
se mareó, rió, lloró, ... todo fueron recuerdos imborrables
en la inmensidad y eternidad de un instante.

No pidió volver a montarse, en su desde entonces favorita,
tazita de café, rota, sin guirnaldas de luz, y con la puerta difícil de abrir.
Se fue sin mirar atrás, sabiendo que pronto volvería...

Regresó, tiempo después, con su moneda de ilusión,
y sus ganas de rendir cuentas con su sonrisa, pero...
el carrusel se había ido...
sólo quedaba la marca en el suelo de haber estado allí,
pero alguien que no lo hubiera visto, no sabría qué era aquella señal.

Y la niña se dedicó a dar vueltas sobre si misma
vueltas y vueltas y vueltas....pero no era lo mismo.
Su carrusel no estaba, y no tenía posibilidad de saber si volvería.

Cada vez que bajaba al paseo marítimo, buscaba esa señal en el suelo
que ya sólo ella veía...
Ahora, ya tan vieja y roída por las noches, sólo le quedan los libros de su habitación
y los ruidos de los niños del vecino que le resuenan en los oídos
como los raíles de un carrusel que por muy rápido que vayan,
vuelven al mismo sitio donde comenzaron.

martes, 11 de febrero de 2014

No por ser mayor, deja de ser un juego de niños

Se cansó de ser fuerte, cuando sólo tenía una espada de madera enmohecida.
No iba al ritmo del resto y no quiso seguir corriendo mientras el resto andaba.
Se forzó a engañarse para ser lo que no era, a gusto de todos.
Nunca encontró la canción desde que te fuiste.

No por llevar escafandra podía respirar sin tener noticias de ti,
simplemente siguió andando tanto tiempo sin saber hacia donde,
llegó a donde nadie quiso llegar, enfrente del espejo y no reconocerse,
contando entre copas una vida, que no recuerda haber vivido.

Tan solo viendo el calendario, quedaba libre el 8 para refugiarse,
no había de quien esconderse, la fiesta ya había terminado para ellos,
se fueron a sus casas y ese niño decidió bajarse del caballo con ruedas
que su abuelo había hecho con hambre y con sus manos, y se fue a dormir.

Mañana más...
Contigo mejor.



miércoles, 29 de enero de 2014

La vie en rose

Me pasé toda la vida mirándome en los ojos de Adèle,
el reflejo de lo que yo era en realidad,
su forma de mirarme tan distinto,
como si lo hiciera yo mismo,
su labio roto que hizo trizas mi día a día.



Se hacía el moño con desgana y la casualidad
le daba la forma imperfecta que no puedes mejorar,
mordía un lápiz y no sabías escapar.
Vi mis horas reflejada en los ojos de Adèle durante vidas.


Durante mucho tiempo corría detrás de su calmado andar,
sin darme cuenta que su vida pasaba
y la mía no hizo más que quedarse atrás.



Los ojos de Adèle eran mi vida,
pero ella no me veía...



Me fui sin más, y Adèle no corrió detrás mía...