miércoles, 29 de enero de 2014

La vie en rose

Me pasé toda la vida mirándome en los ojos de Adèle,
el reflejo de lo que yo era en realidad,
su forma de mirarme tan distinto,
como si lo hiciera yo mismo,
su labio roto que hizo trizas mi día a día.



Se hacía el moño con desgana y la casualidad
le daba la forma imperfecta que no puedes mejorar,
mordía un lápiz y no sabías escapar.
Vi mis horas reflejada en los ojos de Adèle durante vidas.


Durante mucho tiempo corría detrás de su calmado andar,
sin darme cuenta que su vida pasaba
y la mía no hizo más que quedarse atrás.



Los ojos de Adèle eran mi vida,
pero ella no me veía...



Me fui sin más, y Adèle no corrió detrás mía...







2 comentarios:

  1. Pupilas que tornan una misma vida... Ya me gustaría conseguir revelar algunas miradas...

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  2. "Cuando la miraba de frente, tiene la sensación de ir empequeñeciéndose más y más... Quizás acabara desapareciendo como el hielo expuesto a la luz del sol”

    Me alegra "verte" de nuevo Hector.

    Un beso.

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