y todos mis principios cayeron contigo.
Llegaste con un abrazo y olor a verode,
pero yo soy de los que borran los corazones.
Caíste y yo con los pies atados al suelo
como de costumbre ni me muevo...
Cantaste en la acera, volamos,
sentarte conmigo pero ni nos miramos.
Me moriré de ganas de decirte
que no paraba de pensar en ayeres
que ni siquiera ocurrieron.
Me moriré de ganas de decirte
que buscaba tu mirada a través de las paredes
y un gesto tuyo con el que todos desaparecieron.
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