Vi nevar por el cristal como entonces

No me queda otra que jugar solo,
buscar lo que sé que no voy a encontrar,
y lanzar mi pelota roja tan lejos
que me cueste una vida encontrarla.

Noviembre ya no es lo que era...
al menos hoy nevó,
pero sigo mirando el móvil
y sigo teniendo sed de ti.

No entiendo por qué te sigo queriendo aquí,
si me quemas cuando estás cerca...
Pensé que me volvías loco,
pero estoy tarado sin tu ayuda...

Tal vez tuvieras razón hace tanto tiempo,
todo esto fuera un error,
solo necesito ese gesto
porque mis palabras se las regalo al resto...

No me queda otra que quererte de lejos

Cuando este más deja de restar

Llegó el día cuando ves que todo ha dejado de dar vueltas,
que los dolores dejan de doler
que el pecho ya no la recuerda tanto como ayer,
y no te has tomado el espidifén.

Te vistes de gala para esa noche
que empiezas de nuevo
saldas cuentas con tu vida
como el contable de sus sueños que no fuiste capaz de ser
y te propones empezar una nueva partida
con fichas nuevas en el bolsillo.

Ese momento que haces borrón y cuenta nueva,
en el que estás con la gente que tienes al lado
y alguna de esas, tienes la suerte que además te quiere.
Ese momento que echas de menos
más que nunca, que ella no esté al lado
escuchándote como soñaste verla a ella
sobre un escenario: una guitarra, una butaca
y sin necesidad del foco de luz, desprendía energía.

Hay una noche, sin venir a cuento,
que Consigues eso y más,
aunq el Resto pIense que celebraS algO,
aunq Lo escribas sin darte cuenta,
porque sabes que quiero que vengas esa noche
y que no te vuelvas a ir nunca más...